La taberna no tenía nada de particular. Tenía el mismo ambiente, iluminación y olor que tantas otras. Lo que sí había en esta, como era de esperar, era silencio. Había quince personas, incluyendo a Vinar, sentadas en mesas y sillas, todos rodeando al extranjero mientras escuchaban con suma atención. —Como imaginaréis, en Calamir pasó lo […]
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